jueves, 16 de octubre de 2008

CRÓNICA DE UN TALLER SOÑADO DE DRAMATURGIA

Que al despertar, nos dimos cuenta que está sucediendo.


La siguiente es una breve recapitulación del proceso por el cual se fue desarrollando el Taller de Dramaturgia 2008 en el teatro Juárez de la Ciudad de Oaxaca.

Si bien la actividad teatral del estado va sobreviviendo como puede (haciendo proyectos con Instituciones que muchas veces se apegan más a los objetivos de las Instituciones y no de los artistas, levantando proyectos de la nada que llegan a tener poca repercusión, compitiendo por los pocos apoyos que hay, trabajando en proyectos esporádicos que de una forma u otra van sacando a flote la vida teatral en el estado), es cierto que falta mucho en el ramo de capacitación. La última actividad de capacitación dramatúrgica que se tuvo en Oaxaca sucedió en el 2003 con el Diplomado en Dramaturgia organizado por la Fundación Cultural Crisol. Después de este evento, no sucedió más nada que llevara a los pocos dramaturgos a seguirse capacitando o a seguir escribiendo.

Gracias a la formación que he tenido en este ramo tanto en la Ciudad de México como en Buenos Aires, Arg., surgió la idea de desarrollar un proyecto que impulsara nuevamente la actividad dramatúrgica en Oaxaca. Sobre todo, aprovechando el movimiento literario que se ha ido presentando últimamente en la Ciudad: Los Encuentros Internacionales de Escritores, la casa del escritor, el colectivo Cantera verde, las ferias del libro, el auge de narradores y poetas que va habiendo, etc. Pero ¿y la dramaturgia? Algo había que hacer, por sencillo que fuera.

Yo regresaba de una experiencia formativa en Buenos Aires, venía con la ilusión de compartir lo aprendido no sólo ahí sino también en los diversos talleres y proyectos por los que he pasado. Así que planteé la idea de hacer un Taller, convocar a la gente de teatro y demás interesados que quisieran asistir y empezar a hacer algo.

Por una parte, el temor ante lo nuevo, lo desconocido. Ya había participado en varios talleres de Dramaturgia pero no como “tutor”. Alguna vez tendría que hacerlo y ahora me sentía con confianza. Sin embargo, en sí yo soy desconocido en Oaxaca. Inicié mi carrera teatral con el grupo de teatro Crisol, quería ser actor y en esa terquedad de querer exhibirme ante el público, se me apareció la Dramaturgia y ya no pude escapar de ella. Me fui a seguirla por diferentes lugares y nadie me conocía en la Ciudad, sólo algunas gentes de teatro cercanas a Crisol, pero funcionarios o alguien más, seguro que no. Y por otra parte, la edad. Es cierto que a los jóvenes nos ven con desconfianza ¿qué me puede enseñar este chamaco? ¿A poco sí sabrá algo? Pero si es más chico que yo.

Y ante esto, el deseo por hacer algo, luchar contra los molinos de viento y atreverse a soñar que son gigantes.

Y así empezamos. Los primeros en unirse fueron los amigos: el grupo de teatro Crisol que apoyó y alentó este proyecto haciendo ver lo necesario que era y dando confianza para trabajar y llevarlo a cabo. Comenzamos a buscar Instituciones o alguien que apoyara el proyecto. Como siempre, las largas no se hicieron esperar. Compromisos ya por cumplir, calendarios de actividades llenos, no hay presupuesto. Decían que les interesaba pero que más adelante lo veíamos. Y Oaxaca parece la Ciudad de los Festivales. Hay tantos que ya no se sabe ni en cuál se está. Y es algo estupendo, pero… ¿y el teatro?

Sin embargo, quejarse sólo te deja en el mismo lugar. La cuestión es trabajar.

Pedro Lemus creyó desde el inicio fuertemente en el proyecto y en un servidor y empezó a buscar algún lugar dónde poder llevar a cabo el Taller. Y fue así como llegamos al teatro Juárez de la Ciudad de Oaxaca. Manifestaron interés y apoyaron el proyecto. Y no sólo lo apoyaron, lo tomaron como propio haciéndolo crecer, nos brindaron todas las facilidades para realizarlo en sus instalaciones, apoyaron en la difusión y propusieron la presentación de alguna o algunas de las obras del taller en una breve temporada.

El Taller en sí, tenía varios objetivos a seguir:
Promover la escritura dramática en el estado de Oaxaca.
Conocer a las personas que se encuentran escribiendo teatro en el estado.
Desarrollar textos dramáticos concretos.

1. Oaxaca, aún con la riqueza cultural que tiene, cuenta con poca producción dramatúrgica. Y la poca que tiene es desconocida. La Dramaturgia a nivel nacional es bastante fuerte en el centro del país, principalmente en el DF. Fuera del DF, los lugares que más suenan son el norte del país y un poco Veracruz y Mérida. Recientemente en Acapulco se inició un Encuentro Nacional de Dramaturgos, pero presenta la Dramaturgia de los lugares que ya cuentan con cierta “tradición” en la escritura. En realidad, el sur del país brilla por la ausencia de escritores y producción de textos teatrales.

2. Ante esta realidad, es necesario conocer a las gentes que de una forma u otra se encuentran en activo escribiendo teatro. Muchas de las llamadas “gentes de teatro” de Oaxaca viven de las glorias pasadas y las ausencias presentes. Hace años que no levantan proyectos. Sin embargo, habría que ver quiénes están escribiendo, se encuentran en formación o tienen interés. No importa que jamás hayan escrito una obra, hayan escrito sólo una o tengan alguna producción considerable. Lo importante es conocerlas y ubicarlas para reactivarlas y armar proyectos. En caso que deseen, claro está.

3. Y ante todo, lo más importante, es lograr que se produzcan textos teatrales. En este caso, el ideal es seguir el Método de Indagación de Imágenes que comencé a experimentar en Buenos Aires con Mauricio Kartún y dado que el Taller no está destinado exclusivamente a gente de teatro con experiencia dramatúrgica, este método viene muy bien.
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Y ya con esto, que vengan los interesados. El público al que el Taller iba destinado era toda aquella persona con la intención de escribir una obra dramática, no importando que no tuvieran experiencia dentro de la Dramaturgia. Lo único válido era que tuvieran interés y disposición. La idea era formar un grupo de 10 personas, máximo 15. En lo personal, dudaba completamente que llegaran 15 personas, pero por si llegan, pues que estén para que al final nos quedemos con 10. En todos los talleres de Dramaturgia, sin excepción, la gente se va. Por las razones que sean. Pero se van. Eso ya no es novedad. Así que abramos para 15 y nos quedamos con 10 y de ahí los que queden. Pero no creo que lleguen 15. No en Oaxaca.

Se inscribieron 18 personas.

Iniciamos el Taller en el mes de Abril. Ya de entrada, de las 18 personas sólo llegaron 15 el primer día. Presentaron su proyecto y comenzamos abordando algunos aspectos teóricos en el primer mes mientras iban teniendo mayor claridad. Programamos el Taller para 4 meses. Los primeros tres meses para escritura de los textos y el último mes para trabajar los materiales con directores. Por una razón muy simple: Algo que he podido constatar durante mi camino en el teatro es que no hay diálogo entre directores y dramaturgos. Es lamentable que muchos directores jóvenes compartan el concepto de que “el mejor dramaturgo es el dramaturgo muerto”, porque no da problemas, no se mete en mi montaje, no me quiere decir lo que debo hacer con su texto. Y dramaturgos que piensan que ningún director está a su altura, que son tontos y no saben qué hacer con su texto, quieren monopolizar el espectáculo y terminan sacrificando el texto dramático en aras de su narcisismo.

En lo personal, he tenido buenas experiencias con los directores que he trabajado, se ha logrado entablar un diálogo con ellos y los procesos han sido ampliamente gratificantes. Por otra parte, la postura que deseo trabajar en el Taller es que los escritores no son los directores. El escenario no es el campo del dramaturgo, lo que debe trabajar el escritor es el imaginario, debe desarrollar mundos vivos, personajes tangibles, creíbles, entrañables. Restringir las posibilidades de un texto a las paredes del teatro es cortarle las plumas a un ave y esperar que vuele. El dramaturgo no es el director de la obra y es algo que, aunque duela al ego, hay que entenderlo. Sin embargo, el texto se escribe para lo teatral, y por eso es importante conocer la perspectiva de algún director en relación a los textos que se produzcan y para esto será el último mes.

Las reuniones se realizaron los días lunes de 17 a 20 hrs en el teatro Juárez de la Ciudad de Oaxaca con un costo de $ 250 al mes. Se formó un grupo bastante heterogéneo. Personas desde los 18 hasta los 50 años. Gente de teatro con experiencia en la actuación o alguna otra rama y otros que nunca habían hecho algo pero estaban interesados y dispuestos a trabajar y conocer. Durante el desarrollo del Taller, algunos fueron cambiando de proyecto, modificando el que tenían o aclarando y desarrollando. Y por supuesto, por las razones que fueran, otros abandonaron el Taller. Al final de los tres meses, nos quedamos con 9 personas de las que iniciaron. Pidieron una prórroga de tiempo ya que para algunos, era la primera experiencia que tenían escribiendo teatro.

Se dio la prórroga de un mes más y en este último mes quedaron sólo 6 escritores. Se tomó la decisión de presentar en el teatro Juárez tres de los textos desarrollados y para esto habría que hacer una selección entre los 6 finales. Tarea que se vio simplificada con la salida de otro escritor por razones de tiempo y nos quedamos al final con cinco textos producidos durante cuatro meses de Taller. En términos generales, podría parecer un fracaso que de 18 personas inscritas quedaran sólo 5. Sacando cuentas obvias, se podría ver así. Considerando la realidad de Oaxaca y de los pocos talleres de Dramaturgia en general, es más que un éxito la producción de cinco textos.

En el Diplomado en Dramaturgia que desarrolló el grupo de teatro Crisol en el 2003 en la Ciudad de Oaxaca, trayendo a dramaturgos reconocidos a nivel nacional como maestros, sólo se desarrollaron tres textos. En los talleres en general, de la gente que termina el taller pocos son los que concluyen una obra, la mayoría promete terminarla y enviarla a los compañeros para que se la comenten y es algo que nunca pasa. Y al final, la deserción, más que como un problema se presenta como parte de la selección natural. Es mucha la gente que dice querer escribir, dirigir, actuar, hacer teatro… pero a la primera de cambios, por cualquier motivo, abandona y deja las cosas tiradas. De esa gente ya hay mucha y no se necesita más. El arte es vocación, no ilusión.

Y tras cuatro meses de trabajo, cinco textos.
- Remembranzas. De Omar C. Lemus.
- Lejos de la luna. De Ángeles Olivares.
- Un tren blanco y negro. De Alfredo Mendoza.
- Álbum de familia. De Marycarmen Olivares.
- Las damas del lago. De Carlos Cosijoeza Zúñiga.

Se invitó a directores jóvenes para vivir con los dramaturgos la experiencia del quinto mes. Quienes ayudaron en esta segunda etapa del proceso fueron: Itandehui Méndez (del grupo Teatro blanco) y Celina Aguilar (del grupo Crisol). Concretamente, su trabajo consistió en hacer lecturas de los textos con actores para que los dramaturgos pudieran escuchar su texto ya en voz de otras personas con la mirada de otras personas y pudieran tomar cierta distancia respecto a sus materiales. También, tanto actores como directoras hicieron comentarios a los escritores respecto a los trabajos.

Con esto, los escritores tuvieron oportunidad de hacer correcciones, replantear algunos aspectos y aclarar otros. Y una vez echas las correcciones que pudieron, inició la tercera etapa del Taller. Esta tercera etapa fue la selección de los tres textos que se representarán en el teatro. Se decidió invitar a tres personalidades para que apoyaran el proyecto. Su trabajo sería no sólo seleccionar los textos a presentarse sino también hacer comentarios de los materiales e indicar a los dramaturgos las zonas en las que podrían trabajar más. Por lo mismo, necesitábamos personas con trayectoria reconocida no sólo en el campo de la Dramaturgia sino también en el campo de la pedagogía. Se les planteó el proyecto, la forma en que se fue desarrollando y en qué momento estábamos. Accedieron a participar a pesar de la falta de presupuesto y se subieron al barco para ayudar a llegar a buen puerto.

Las personalidades que nos apoyaron en este momento del trabajo fueron:
Silvia Peláez
David Olguín
Luis Enrique Gutiérrez Ortíz Monasterio

A los tres les interesó mucho el proyecto dado que es un proyecto sin precedentes no sólo en Oaxaca sino en el país, por lo tanto, apoyaron con su tiempo, disposición, comentarios y haciendo propuestas para un mayor beneficio. En el caso de Silvia Peláez, no sólo hizo la selección y comentarios a los textos sino que propuso una sesión de chat personal con cada escritor para platicar de manera más directa con ellos, aclarar dudas de sus comentarios y alentarlos en la escritura teatral. Por lo mismo, se vio la necesidad de darle un reconocimiento a cada uno por el apoyo dado al proyecto. Se pensó en cinco mil pesos. Dinero que no se tiene pero que se está viendo la forma de conseguirlo. Si queremos que en Oaxaca las cosas en la Dramaturgia mejoren y queremos el apoyo de personas de la talla de las que tuvimos, nos parece más que necesario ser agradecidos con ellos.

Y ahora, tras cinco meses de trabajo y cinco textos escritos: tres seleccionados.
- Remembranzas. De Omar C. Lemus.
- El horno. De Alfredo Mendoza (antes Un tren blanco y negro).
- Las damas del lago. De Carlos Cosijoeza Zúñiga.

Estos tres textos fueron comisionados a tres directoras jóvenes con ya cierta trayectoria. Momento que se presenta como bastante importante dado que permite a diferentes grupos de teatro de la Ciudad unirse al proyecto y sumarle mucho más todavía. El teatro Juárez dio fechas para que se presentaran las obras y con esto ha iniciado el proceso de montaje de los tres textos en el siguiente orden.

21, 22 y 23 de noviembre de 2008
REMEMBRANZAS
De. Omar C. Lemus.
Dir: Itandehui Méndez
Grupo Teatro blanco.

05, 06 y 07 de diciembre de 2008
EL HORNO
De: Alfredo Mendoza
Dir: Celina Aguilar
Grupo Crisol.

19, 20 y 21 de diciembre de 2008
LAS DAMAS DEL LAGO
De: Carlos Cozijoeza Zúñiga
Dir: Liliana Alberto
Casa de los Teatros.

El orden de presentaciones no responde a ningún orden jerárquico de categorías, simplemente se tiene ese orden por necesidades de tiempo de cada texto. Actualmente nos encontramos con la problemática de conseguir el presupuesto para la producción de las obras. Calculamos quince mil pesos para cada una. Lo básico para hacer un montaje digno. Además del dinero para los agradecimientos.

Hay algunos factores que podrían considerarse “anormalidades” dentro del proceso del Taller. Por una parte, el proyecto se hizo de la nada, sin presupuestos de ningún tipo, inició como una idea muy básica y ha llegado a convertirse en algo muy grande y sin precedentes. No hay en el país un taller de Dramaturgia comparable. De entrada porque en el país hay muy pocos talleres de Dramaturgia. Los más representativos podrían ser el del Teatro La Capilla en México, DF, dirigido por Ximena Escalante y Boris Schoemann, que cuenta ya con 4 años de realización. Igual algunos cursos o talleres que dirigen dramaturgos pero con características distintas. Un taller donde se produzcan obras, se trabaje con directores, se invite a personalidades, se produzcan tres textos y se presenten en una breve temporada incluyendo a grupos de teatro de la localidad, no se va a encontrar en ninguna parte. Y por ahora sin un solo peso de presupuesto.

Muchos proyectos interesantes quedan en el papel ante la falta de dinero. Mucha gente de teatro y artistas están a la espera de becas o apoyos para trabajar. Y en este caso, estamos logrando algo grande sólo con la voluntad de hacerlo. Este proyecto ya no es de una persona, no es idea mía, es de todos los que hemos estado en él, teatro Juárez, Grupo Crisol, participantes del taller, Teatro blanco, Casa de los Teatros, Silvia Peláez, David Olguín, Luis Enrique Gutiérrez, etc. Hemos ido construyendo algo que ha logrado desarrollar textos teatrales, unir a algunos grupos de teatro, impulsar la escasa actividad teatral y empezar a formar dramaturgos en el estado de Oaxaca.

En términos generales, mirando hacia atrás, un proyecto de este tipo bien puede parecer un sueño, una utopía planteada con una taza de café. Pero está sucediendo, está caminando y va creciendo. Somos realistas. Necesitamos también dinero para poder financiar los montajes de las obras, pagar a los maestros que nos apoyaron, hacer difusión de las presentaciones, dar a conocer los resultados del Taller, etc. Pero eso no mata el deseo de trabajar. Tenemos el problema de que el sueño se fue concretando muy rápido y el tiempo nos está comiendo. No tenemos un solo peso para pagar los montajes y estrenamos la primera obra en poco más de un mes.

¿Y por qué nos pusimos a trabajar sin tener dinero? Por que si no lo hacíamos, no íbamos a hacerlo nunca. De este proyecto que nació de una idea muy simple, vemos ahora una gran cantidad de proyectos que pueden derivar, pero necesitamos terminar este con la importancia debida. Esperamos contar con el apoyo de más personas o Instituciones que tengan ánimo de trabajar y hacer algo por pequeño que parezca.

Tenemos la voluntad de trabajar en beneficio del teatro de Oaxaca, de hacer proyectos de importancia, de fomentar la Dramaturgia en el estado, y si es posible, en el sur del país. Todo parece un sueño, pero ahora que vemos que éste se está logrando, vemos también que vale la pena soñar.


Francisco Reyes

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